El paseo anual por la Feria del Libro en el Parque del Retiro de Madrid me deparó esta sorpresa. Adquirí la lectura para los dias estivales, otra biografía de Alan Turing que añadir a mi colección. Esta vez, la autora es su madre, Sara Turing. A la obra se suma unos capítulos finales escritos por el hermano mayor.
Evidentemente, los hechos narrados tienen el sesgo maternal. A esa falta de objetividad responde John, el hermano, puntualizando algunos hechos y vivencias llevándolos hacia el otro extremo. A veces destila cierto resentimiento, posiblemente por la tergiversación de las historias que cuenta su madre. Pero no hay que verter reproches a Sara por la deformación de los recuerdos. Por el contrario, hay que ponerse en su lugar, y tratar de comprender, como madre, cómo tuvo que afrontar el luctuoso desenlace de su hijo.
La obra se suma como una pieza mas al puzle de la enigmática personalidad del matemático; sabiendo además, que nunca seremos capaces de completar.
L.F. Real